La tercera edición del Índice Mundial de Delincuencia Organizada 2025, elaborado por la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC), reveló que México se ha convertido en la nación con la mayor actividad en mercados criminales del mundo, al obtener una puntuación de 8.27 en este rubro. El informe también sitúa a México en el tercer lugar global en criminalidad total, con 7.8 puntos, únicamente superado por Myanmar y Colombia. El estudio subraya que el crimen organizado en México es altamente diversificado, incluyendo el tráfico de drogas (cocaína, metanfetamina y fentanilo), la trata de personas, el contrabando de migrantes, la extorsión y el comercio de armas. El mercado del tráfico de cocaína es señalado como uno de los más fuertes, dada la posición estratégica del país como corredor continental, y las drogas sintéticas como una actividad en constante crecimiento para los cárteles.
Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) son identificados como las estructuras que dominan la mayor parte de los mercados ilícitos, operando como corporaciones transnacionales con una vasta fuerza laboral. Estos grupos ejercen control territorial mediante la extorsión, la violencia y la cooptación de comunidades, e incluso demuestran un alto nivel de infiltración en estructuras estatales, incluyendo las prisiones. A pesar de la complejidad del fenómeno criminal, la resiliencia institucional de México—que mide la capacidad del Estado para combatirlo, investigarlo y sancionarlo—fue calificada con 4.50 puntos, ubicando al país en el puesto 111 de 193 naciones. El informe concluye que, aunque el gobierno mantiene una postura pública firme, persisten desafíos estructurales como la impunidad generalizada y el debilitamiento del control civil debido a la militarización de la seguridad pública.








