El presidente argentino, Javier Milei, reconoció públicamente este domingo su derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, en un contexto adverso para su gestión y ante un resultado que excedió las expectativas.
Desde el búnker de su partido, La Libertad Avanza, Milei dijo con tono autocrítico: “Hemos tenido una clara derrota y hay que aceptarlo”. A lo largo de su intervención, admitió que el choque político fue profundo y que marca un revés significativo para su gobierno.
Con poco más del 80 % de los votos computados, la coalición peronista Fuerza Patria, liderada por Axel Kicillof, se impuso con aproximadamente 47 %, mientras que el oficialismo obtuvo cerca de 34 % de los sufragios. La diferencia, de más de 13 puntos, ha sido considerada una señal contundente de desgaste electoral.
A pesar del fuerte golpe, Milei mantuvo firme el rumbo de su administración. Aseguró que la derrota obliga a “una profunda autocrítica” para corregir errores, pero aclaró que no modificará sus políticas: “El rumbo no se va a modificar, sino que lo vamos a acelerar y profundizar más”, enfatizó.
La caída impacta también en el escenario político general de Argentina, donde Milei enfrentará en octubre unas elecciones legislativas con un Congreso fragmentado y un respaldo popular que refleja creciente descontento. Esta derrota en Buenos Aires, epicentro político del país, altera las expectativas de ampliación del apoyo legislativo y proyecta un futuro político más incierto para su ofensiva reformista.
