El 1 de mayo de 2025, miles de trabajadores, liderados por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), marcharon en Quito, Guayaquil y otras ciudades de Ecuador para conmemorar el Día del Trabajo y protestar contra las políticas del gobierno de Daniel Noboa. Las manifestaciones, que congregaron a unos 4.000 participantes en Quito, exigieron empleo digno, respeto a los derechos laborales y la defensa del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Los sindicatos expresaron su rechazo a las reformas propuestas al Código del Trabajo y a la Ley de Seguridad Social, particularmente las modificaciones a la jubilación patronal y el aumento de la edad de jubilación.
En Quito, la marcha partió desde la avenida 10 de Agosto, cerca de la antigua Caja del IESS, y recorrió seis cuadras hasta la Plaza de Santo Domingo, manteniéndose pacífica. Los manifestantes portaron banderas rojas y carteles, coreando consignas como “Presidente de cartón, no quite la jubilación”. José Villavicencio, presidente de turno del FUT, criticó la propuesta de la exministra de Trabajo, Ivonne Núñez, de financiar la jubilación patronal con aportes de los trabajadores, considerándola una eliminación encubierta de este derecho. El FUT propone que los empleadores aporten un 10% desde el inicio de la relación laboral para un fondo administrado por el IESS.
La ausencia de Mesías Tatamuez, histórico líder sindical fallecido en octubre de 2024, marcó la jornada, con Edwin Bedoya asumiendo la presidencia del FUT. Los sindicatos también cuestionaron los anuncios de Eduardo Peña, representante del Ejecutivo en el IESS, sobre incrementar los años de aporte y la edad para la jubilación. Aunque abiertos al diálogo, los dirigentes del FUT insisten en que las reformas no deben afectar derechos adquiridos y participarán en mesas técnicas con el Ministerio de Trabajo. Las protestas reflejaron la preocupación del sindicalismo por la crisis del IESS y la precarización laboral, en un contexto de alta informalidad y desempleo en Ecuador.
