Setenta infantes de marina, a bordo de siete embarcaciones, desmantelaron un campamento criminal utilizado por la banda Los Lobos en el Golfo de Guayaquil. El campamento, ubicado estratégicamente en medio de los manglares de Posorja, era utilizado como un centro de operaciones para monitorear los barcos mercantes y contaminar contenedores con droga que tenían como destino final Europa.
En el operativo, los militares encontraron tres chozas improvisadas, sacos apilados que servían como trincheras, puestos de vigilancia camuflados y un hueco de dos metros cuadrados que se sospecha era usado para ocultar cocaína. El desmantelamiento de este campamento es un duro golpe a la estructura criminal de Los Lobos, que busca controlar esta codiciada ruta para el tráfico de drogas.