La comuna Juntas del Pacífico, en Santa Elena, amaneció este lunes 10 de noviembre con una fuerte presencia militar y tanques del Ejército, debido al traslado de 300 de los reos más peligrosos del país a la recién construida Cárcel del Encuentro. La militarización implementada desde el inicio de las obras en junio de 2024, según varios habitantes, ha devuelto la calma al pueblo, pues la presencia constante de uniformados redujo drásticamente los hechos de violencia, robo y extorsión, o “vacunas”, que antes afectaban a los locales comerciales.
Sin embargo, la construcción de la prisión, que busca emular el modelo de máxima seguridad de El Salvador y está diseñada para 800 internos con una inversión de 52 millones de dólares, también enfrenta oposición. Dirigentes de las comunas alistan una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alegando que la cárcel se levanta en un territorio ancestral y que las obras están causando impactos ambientales, como la supuesta contaminación del río Las Negras con aguas negras provenientes de la prisión.
El ministro del Interior, John Reimberg, destacó que la cárcel, ubicada lejos de centros urbanos para aislar a los reos, cuenta con “distintos anillos de seguridad, vigilancia aérea y un espacio aéreo cerrado” para derribar drones no autorizados. A pesar de la tranquilidad que la presencia militar ha generado, los estrictos controles en los 27 kilómetros de vía hasta la cárcel evidencian la magnitud de la operación y la importancia de este nuevo centro de máxima seguridad para el Gobierno.








