El ministro de Educación del gobierno talibán, Habibullah Agha, ha defendido que la educación en Afganistán debe enfocarse en capacitar a las personas para fabricar drones, misiles y bombas. Durante la inauguración de varias escuelas, Agha afirmó que la defensa de la religión y de la soberanía nacional frente a la vigilancia extranjera, principalmente de Estados Unidos, no se puede hacer con armas rudimentarias, sino con tecnología militar avanzada, que solo se puede conseguir con una educación moderna.
El ministro criticó la dependencia de Afganistán de la tecnología estadounidense, y citó como ejemplo la presencia de drones en el espacio aéreo del país. Según Agha, es imperativo que las escuelas enseñen a la población a ser “autosuficiente técnicamente” para que el país no tenga que depender de la ayuda de Estados Unidos, que a su juicio, también les suministra “hasta medicinas y médicos”.
Estas declaraciones se dan en medio de una polémica interna, después de que el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio declarara que la educación moderna es “permisible” desde una perspectiva islámica, una postura que ha sido criticada por clérigos conservadores. La controversia también ha sido amplificada por las recientes declaraciones del expresidente estadounidense, Donald Trump, quien ha manifestado su interés en recuperar la base aérea de Bagram, bajo control talibán desde 2021.