El divorcio de Daddy Yankee y su exesposa, Mireddys González, sigue escalando en intensidad, convirtiéndose en una batalla legal que involucra el control de empresas millonarias creadas durante sus casi 30 años de matrimonio. En un giro reciente, González ha elevado las acusaciones contra el cantante puertorriqueño, señalándolo de ejercer “violencia económica” y solicitando un adelanto de 10 millones de dólares de su participación en los negocios compartidos, bajo amenaza de desacato.
La moción, presentada por el equipo legal de González ante el Tribunal de Primera Instancia de Carolina, en Puerto Rico, detalla prácticas que, según la demandante, demuestran un control abusivo por parte de Ramón Ayala Rodríguez (nombre real de Daddy Yankee) sobre los bienes gananciales y postgananciales. “Acudimos al tribunal en carácter urgente, en solicitud se expidan las medidas cautelares ya solicitadas. Además, se ordene so pena de desacato se adelante a la demandante la cantidad de $10,000,000.00 de su participación ganancial, derecho que le asiste, lo cual ha sido imposible lograr desde que el demandado tiene el control de todo el capital efectivo de la masa postganancial”, se lee en el documento, según cita El Nuevo Día.

La acusación no se detiene en lo financiero: la moción también denuncia una “campaña mediática con la intención de agotar emocionalmente a la demandante”, calificándola como una forma de violencia económica. “Las actuaciones del demandado denotan que una vez logró tomar control del efectivo de los bienes gananciales, no reconoce, ni da importancia alguna a los derechos, que, como cuestión de realidad jurídica, tiene a la mujer con la cual logró desarrollar varias empresas familiares de gran valor”, añade el texto legal.
Mayra López Mulero, abogada principal de González, reforzó estas afirmaciones en una entrevista con El Nuevo Día. Según López, Daddy Yankee busca “abrogar la fortuna” ignorando el rol fundamental de su clienta en la construcción de esos imperios empresariales. “Se había acordado un plazo de 30 días con la intención de limitar las controversias, simplificarlas, pero no se logró en su totalidad porque Ramón Ayala está tratando de ganar tiempo”, explicó. La letrada defendió la demanda como un reclamo legítimo: “No es una dádiva. No va a claudicar por el capricho machista”. Además, rechazó las narrativas mediáticas que pintan a González como “avara” o “despechada”, describiéndola como “una dama” y “una extraordinaria esposa y empresaria”.

La pareja, que contrajo matrimonio hace tres décadas, comparte dos hijos: Jesaaelys y Jeremy. Aunque Daddy Yankee ha pedido respeto público para González como madre de sus hijos, el litigio por la división de activos continúa sin resolución aparente, destacando tensiones sobre equidad y reconocimiento en relaciones de alto perfil.
Este caso pone en el foco debates sobre violencia económica en divorcios de celebridades, donde el control financiero se entrelaza con dinámicas de poder y exposición mediática.
