El mundo de la Fórmula 1 se sacude con la noticia de que Christian Horner, exjefe de equipo de Red Bull, es el principal candidato para convertirse en el nuevo director de Aston Martin. El movimiento se enmarca en una profunda reestructuración interna en la escudería británica, que contempla la posible salida de su actual jefe, Andy Cowell. Según un informe de BBC Sport, Horner estaría buscando un rol que no solo le otorgue la dirección deportiva, sino también una participación accionarial en Aston Martin, siguiendo un modelo similar al utilizado por el propietario, Lawrence Stroll, para atraer a Adrian Newey como socio técnico gerente y accionista. La reorganización en Aston Martin se produce en medio de las tensiones y desacuerdos entre Cowell y Newey sobre la dirección técnica y el liderazgo del equipo.
La posible llegada de Horner a Aston Martin generaría un reencuentro profesional con Adrian Newey, aunque su relación en el pasado ha sido tensa, hasta el punto de que Newey supuestamente había expresado a sus colegas de Red Bull que no quería compartir espacio con Horner tras su salida. No obstante, informes recientes sugieren que la relación entre ambos se habría restablecido. Este movimiento estratégico busca consolidar una estructura técnica robusta de cara a los importantes cambios reglamentarios y tecnológicos de la temporada dos mil veintiséis. La influencia de Horner en Red Bull, donde fue CEO durante dos décadas, se considera crucial para transformar la dinámica interna y la capacidad competitiva de Aston Martin, cuyo portavoz se ha mantenido cauteloso al afirmar que la prioridad sigue siendo optimizar el rendimiento y prepararse para los desafíos del futuro.








