El rover Perseverance de la NASA ha encontrado en el cráter Jezero de Marte indicios que sugieren la existencia de condiciones que pudieron permitir la vida microbiana hace unos 3.000 millones de años. Los instrumentos del robot detectaron en una roca una mezcla de minerales y compuestos orgánicos —moléculas que en la Tierra se asocian a la actividad microbiana—, reavivando el debate sobre la vida en el Planeta Rojo. Los científicos de la NASA han procedido con cautela, asegurando que los hallazgos no son “la respuesta definitiva”, pero sí la señal más clara de posible vida encontrada hasta ahora, basándose en la presencia de diminutas motas oscuras y anillos minerales, apodados ‘manchas de leopardo’, que en la Tierra aparecen en ambientes microbianos.
A 245 millones de kilómetros, el ufólogo ecuatoriano Nelson Pineda Brito, de Cuenca, desacreditó las declaraciones de la agencia espacial. Pineda, quien asegura haber sido contactado telepáticamente con entidades no humanas, considera que la NASA manipula la información y que es totalmente irrelevante hablar de vida microbiana porque, en su opinión, ya existe una civilización extraterrestre en Marte. Su postura coincide con la de otros divulgadores en Ecuador, que sostienen que la agencia espacial oculta pruebas sobre la existencia de vida alienígena.








