El avión X-59, desarrollado por la NASA y Lockheed Martin, superó su primera prueba de rodaje a baja velocidad el 10 de julio en Palmdale, California. El piloto Nils Larson evaluó sistemas de dirección, frenado y control, marcando un hito en el proyecto para vuelos supersónicos silenciosos.
La prueba verificó el comportamiento del avión en tierra, preparándolo para futuras sesiones de rodaje a mayor velocidad antes de su primer despegue. El X-59, parte de la misión Quest, busca reducir el estruendo supersónico a un sonido tenue, minimizando molestias en áreas pobladas.
Los datos recopilados se compartirán con reguladores de EE.UU. y otros países para establecer nuevos estándares de ruido en vuelos comerciales supersónicos. El proyecto promete revolucionar la aviación con tecnología más eficiente y menos invasiva.
Próximas pruebas incrementarán la velocidad del X-59, acercándolo a su objetivo de transformar la aviación supersónica con un impacto acústico mínimo.