En Florida, el aumento de comercios que no aceptan pagos en efectivo preocupa a consumidores que dependen del dinero físico, especialmente aquellos sin acceso a tarjetas o bancos. Esta tendencia ha desatado un debate sobre las obligaciones de los negocios hacia sus clientes, según reporta el Miami Herald.
Aunque Florida no cuenta con una ley estatal que obligue a aceptar efectivo, algunos legisladores proponen regulaciones para garantizar su uso sin cargos adicionales. En el condado de Miami-Dade, una ordenanza prohíbe a los comercios minoristas rechazar billetes de 20 dólares o menos, con multas de hasta 1.000 dólares por incumplimiento.
Proyectos de ley para proteger el uso del efectivo han sido modificados o retirados, pero la discusión persiste. Se espera que futuras normativas estatales y federales establezcan límites claros para evitar la exclusión de quienes dependen del dinero físico.
La situación refleja la tensión entre la digitalización de pagos y la necesidad de inclusión financiera, mientras los consumidores piden soluciones que equilibren ambas realidades.
