El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo el lunes que la nueva ofensiva en Gaza será una operación militar intensiva destinada a derrotar a Hamas, pero se detuvo antes de detallar cuánto territorio del enclave sería tomado. “La población será trasladada, para su propia protección”, dijo Netanyahu en un video publicado en X. Además, confirmó que los soldados israelíes no entrarán a Gaza, lanzarán ataques y luego se retirarán: “La intención es lo contrario”, dijo.
Por su parte, los israelís contrarios a las políticas de Netanyahu se concentraron, durante este lunes, a las puertas del parlamento y fueron desalojados a la fuerza por la policía.
Respuesta de las Naciones Unidas
Olga Cherevko, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios en Gaza. ha respondido al anuncio de Netanyahu: “El plan del que nos informaron las autoridades israelíes tiene por objeto establecer centros a través de los cuales se prestaría ayuda. Esto contraviene los principios humanitarios, ya que básicamente cerraría el mecanismo de entrega de ayuda existente que ya funciona dentro de los límites de los principios humanitarios. Esto violaría los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia y también podría poner en riesgo a las personas, incluidos los trabajadores humanitarios, al tenerlos alrededor de estas zonas militarizadas.”
Reacción de Gaza al anuncio de Israel
La población de la Franja de Gaza, agotada tras año y medio de guerra, se ve incapaz de hacer frente a una expansión de la ofensiva israelí en el enclave palestino como anunció el gobierno de Benjamín Netanyahu: “El plan es una locura”.
Bassem Al Shanbari, un joven palestino de 24 años, denuncia ante EFE que Israel lleva casi dos años matando a sus vecinos y amigos “diciendo que eran miembros de Hamás”.
Aun así, el joven, que vive en Ciudad de Gaza, se muestra también muy crítico con el grupo islamista, al que culpa de “todo lo que nos está pasando ahora”: “Nadie aquí los quiere en el Gobierno”.
El otro gran anuncio del ejecutivo israelí es la aprobación de un plan para, “si es necesario”, reanudar el acceso de suministros a la Franja, cuando se cumplen más de dos meses de bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria en el enclave palestino.
Ante un posible fin del bloqueo, Bassem cuenta que la situación alimentaria en la Franja “es peor que nunca”, ya que la población “se está muriendo de hambre” porque no hay comida en los mercados y los precios de los pocos productos que se encuentran se han encarecido sin medida.
La desesperada situación que se vive en la capital de la Franja condujo al saqueo de la única cocina comunitaria que continuaba funcionando hace dos días. “Hay crimen organizado, los saqueadores vienen con armas y provocan el caos, luego vienen familias hambrientas y se llevan la comida”, detalla el joven.
Los niños, sin comida
Los menores están siendo las principales víctimas en esta guerra, también de la hambruna provocada por el bloqueo de Gaza, ya que necesitan alimentos que contengan proteínas, calcio y vitaminas para poder crecer adecuadamente.
A la escasez de bienes por el cierre de los pasos fronterizos se añade que las zonas agrícolas están ahora bajo control israelí y la falta de poder adquisitivo ya que, en una Gaza asediada, no hay trabajo.