América Latina se prepara para un cambio demográfico significativo que requerirá una transformación profunda en el sector de los cuidados. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que para el año 2050, la región necesitará alrededor de 30 millones de empleos dedicados a los cuidados geriátricos, una cifra alarmante que subraya el rápido envejecimiento de su población.
María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, destacó en el inicio de la VII Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género y el XV Congreso Iberoamericano de Municipalistas, en Guadalajara, que “Nuestra región está perdiendo el bono poblacional y cada vez nos estamos envejeciendo muy rápidamente”. Insistió en la urgencia de profesionalizar el trabajo de cuidados, transformándolo en empleos formales que garanticen capacitación constante y beneficios para quienes los ejercen.
Actualmente, las mujeres son quienes, en su mayoría, realizan estas actividades de cuidado, a menudo sin remuneración o en el ámbito informal, lo que las deja sin acceso a sistemas de seguridad social. Vaeza enfatizó que esta informalidad perjudica no solo a las cuidadoras, sino también a la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social de los países.
La representante de ONU Mujeres argumentó que las naciones que invierten en sistemas de cuidados para la niñez, adolescencia, personas enfermas o con discapacidad, tienen mayores posibilidades de crecimiento económico y de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Propuso la certificación de las cuidadoras y la creación de una “carrera de cuidadoras” que les ofrezca herramientas y condiciones laborales dignas. Al respecto, señaló que 17 países en la región ya han impulsado políticas públicas con enfoque de género en este sector. La inversión en sistemas de cuidados, añadió, se traduce en crecimiento económico directo en un plazo de cinco años, además de la generación de empleo y mayores beneficios sociales y de bienestar.
