La travesía, que culminó con Machado en Oslo, fue descrita por el fundador de la ONG Grey Bull Rescue como una misión de altísimo riesgo. En declaraciones para TN Internacional este miércoles veinticuatro de diciembre, Stern destacó la entereza de la dirigente, quien permaneció más de un año en la clandestinidad antes de su escape.
🛡️ Amenazas múltiples en el Caribe
El operativo no solo luchó contra los elementos naturales, sino contra un cerco geopolítico complejo:
- Fuerzas combinadas: Stern afirmó que enfrentaron amenazas directas de organismos de inteligencia de Rusia, Cuba y Venezuela, además de la vigilancia de carteles del narcotráfico.
- Escenario de guerra: Durante la navegación nocturna, el equipo se encontró en áreas donde se registraron detonaciones. “Los estadounidenses tiraban cosas desde el cielo a los barcos enemigos. Estábamos en botes en la misma área en la que estaban explotando cosas”, relató el veterano.
- Inclemencias climáticas: El grupo navegó en embarcaciones pequeñas enfrentando olas de hasta tres metros en el Mar Caribe.
🗺️ La ruta del escape: De Caracas a Oslo
El plan, diseñado minuciosamente, sufrió contratiempos que obligaron a improvisar sobre la marcha:
- Salida de la capital: Machado abandonó Caracas camuflada con una peluca para pasar desapercibida en los controles internos.
- Cambio de planes en la costa: El plan original de usar un viejo pesquero falló debido a un problema con el GPS, lo que forzó al equipo a cambiar de embarcación en una playa del norte de Venezuela.
- Puertos de tránsito: La misión logró llegar primero a Curazao. Desde allí, la dirigente voló hacia Estados Unidos y finalmente hacia su destino en Noruega.
🔍 Incertidumbre sobre su estado de salud
Stern se negó a confirmar los rumores que indican que Machado sufrió una fractura en la columna durante las maniobras bruscas en el mar. Sin embargo, admitió que la sola existencia de ese informe subraya lo “peligroso y aterrador” que fue el traslado.
Respecto al apoyo internacional, el jefe de rescate aclaró que el gobierno de los Estados Unidos no brindó inteligencia ni asistencia técnica. “Solo avisamos que íbamos a operar para que no nos hicieran volar”, puntualizó, enfatizando que la misión fue una iniciativa privada de su organización.








