Otavalo, en la provincia de Imbabura, amaneció este miércoles en relativa calma después de una jornada de intensos enfrentamientos entre manifestantes indígenas y miembros de la Policía y militares, provocados por la llegada de un convoy de la fuerza pública con productos de primera necesidad. En las primeras horas de la mañana, la vía principal de la localidad aún mostraba una gran cantidad de piedras utilizadas por los manifestantes, a lo que la fuerza pública respondió con gas lacrimógeno.
La alcaldesa de Otavalo, Anabel Hermosa, informó que la intensa jornada culminó con un avance hacia el diálogo que se había planteado desde el 26 de septiembre entre el Gobierno Nacional y los líderes del movimiento indígena. Hermosa detalló que, en un momento crítico con gran represión en la ciudad que afectaba a niños, jóvenes y adultos mayores por el gas, se logró un acuerdo para detener la represión y entregar a 7 jóvenes detenidos a sus padres.
Además, se acordó continuar la mesa de diálogo este miércoles al mediodía para analizar los planteamientos presentados al Gobierno. “Esperamos pronto alcanzar la paz”, acotó la alcaldesa, quien estuvo en la mediación para evitar que la situación en la ciudad escalara a un conflicto mayor.