Los padres de los cuatro menores asesinados en el caso Malvinas, en Guayaquil, expresaron dolor e indignación tras la confesión de cuatro de los 16 militares procesados, quienes admitieron haber torturado a los adolescentes Ismael (15), Nehemías (15), Josué (14) y Steven (11) antes de su muerte en diciembre de 2024. Durante la reconstrucción de los hechos el 27 de abril de 2025, los militares detallaron golpes, desnudez forzada, amenazas con armas y disparos cerca de las víctimas en el trayecto desde el sur de Guayaquil hasta Taura, según reportes de Fiscalía y medios como Extra.
Ronny Medina, padre de Steven, relató entre lágrimas que los menores fueron golpeados “como animales” y desnudados en una vía secundaria, exigiendo que se investigue a fondo a los responsables, incluyendo posibles encubridores. La madre de Josué, visiblemente afectada, pidió que los culpables “paguen por tanto daño”. Los padres, apoyados por el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, reciben contención psicológica, ya que la revelación ha reabierto heridas. Los cuerpos de los menores, hallados incinerados en un manglar de Taura el 31 de diciembre de 2024, fueron identificados mediante pruebas forenses, confirmando el trágico desenlace.
La Fiscalía avanza en la investigación, respaldada por testimonios de niños que escaparon y un testigo clave, que señalan la brutalidad de la captura el 8 de diciembre en la avenida 25 de Julio. La confesión de los militares, descrita como “atroz” en redes sociales y medios, ha generado conmoción nacional, con pedidos de que el caso sea tratado como un crimen de Estado. Los 16 procesados enfrentan prisión preventiva en un recinto diferenciado, mientras la sociedad demanda reformas para evitar abusos de poder por parte de las Fuerzas Armadas.
