La alerta epidemiológica por el brote de tosferina en Ecuador, con 321 casos y 11 muertes en 2025, ha impulsado a padres de familia en Guayaquil a acudir masivamente a centros de salud para completar los esquemas de vacunación de sus hijos. En sectores como Bastión Popular y el centro-sur, las filas crecieron desde el 3 de mayo, especialmente para la vacuna pentavalente, que protege contra la tosferina y otras enfermedades. La baja cobertura de refuerzos, por debajo del 70% en algunas provincias, motivó al Ministerio de Salud Pública (MSP) a intensificar campañas.
Madres como Rosa Martínez, del centro de salud de Bastión Popular, llevaron a sus hijos tras notar síntomas respiratorios persistentes, mientras otras, como Carolina en el centro de Francisco Segura, verificaron carnés de vacunación por temor a la fiebre amarilla. El MSP ha implementado vacunación casa por casa, en escuelas y jornadas intensivas hasta agosto, priorizando a niños menores de cinco años, los más vulnerables. El uso de mascarillas en planteles educativos es obligatorio por 60 días en Guayas, Pichincha y Manabí.
La corresponsabilidad ciudadana es clave, según el MSP, que insta a evitar la automedicación y acudir a centros de salud ante síntomas como tos fuerte o fiebre. La afluencia refleja una reacción tardía a las alertas, pero también desafíos previos como el desabastecimiento de dosis en 2021 y el paro nacional de 2022, que retrasaron la inmunización. Con 115 centros de salud en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), las autoridades buscan cerrar brechas para prevenir más casos de tosferina y fiebre amarilla.
