Los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han llegado a un acuerdo trascendental para elevar significativamente su gasto en defensa. La nueva meta establece un objetivo del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional para el año 2035, una decisión que fue anunciada durante una cumbre de la OTAN celebrada en La Haya. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este consenso, calificándolo como un “gran éxito” y destacando su importancia para el futuro de la Alianza en un contexto global de crecientes desafíos de seguridad.
Este ambicioso incremento representa un salto considerable desde el objetivo anterior del 2% del PIB, un umbral que fue alcanzado por 22 de los países miembros el año pasado. El acuerdo histórico obligará a los miembros europeos de la Alianza y a Canadá a destinar una porción mucho mayor de sus recursos a la seguridad. Esto se traducirá en un impulso significativo para sus capacidades militares, un aumento en las cadencias de fabricación y un incremento sustancial en la compra de armamento, reforzando así la preparación y disuasión colectiva.
El plan de gasto se estructura en dos componentes principales. Por un lado, se destinará un mínimo del 3.5% del PIB a lo que se considera estrictamente gasto militar, abarcando rubros esenciales como salarios, pensiones, operaciones militares, adquisición de equipos y su mantenimiento. Por otro lado, un 1.5% adicional se invertirá en ámbitos más amplios, incluyendo infraestructura, innovación tecnológica y protección fronteriza, que si bien tienen un propósito militar, también benefician a la esfera civil.
Durante las negociaciones, España expresó ciertas reservas, señalando que ya había acordado con la OTAN invertir un 2.1% de su PIB en defensa. Esta postura generó una reprimenda por parte del presidente Trump, quien ha sido un firme defensor de que todos los miembros de la Alianza cumplan con sus compromisos financieros de manera más equitativa. A pesar de las objeciones, el acuerdo fue finalmente sellado, sentando un precedente para la cooperación en defensa.
Donald Trump manifestó que este acuerdo representa una “gran victoria para todos”, mostrando su convicción de que todos los miembros pronto alcanzarán una mayor igualdad en sus contribuciones. Este compromiso reafirma la determinación de la OTAN de fortalecer su postura defensiva y adaptarse a un panorama geopolítico en constante evolución, asegurando que la Alianza se mantenga robusta y capaz de enfrentar las amenazas futuras.