Pese a la fuerte subida en los precios mayoristas, la carne de pavo se mantiene asequible para los consumidores estadounidenses en la temporada de Acción de Gracias de dos mil veinticinco. Un brote de gripe aviar ha provocado que la población de pavos en el país descienda a su nivel más bajo en cuarenta años, causando que los precios mayoristas aumenten hasta un cuarenta y cuatro por ciento, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Sin embargo, las grandes cadenas de supermercados están absorbiendo este incremento o incluso ofreciendo pavos con grandes descuentos o gratis para atraer a los compradores a sus tiendas durante la celebración de Thanksgiving. Una canasta de once productos básicos para la cena festiva, que incluye un pavo congelado de diez libras, costaba cincuenta y ocho punto ochenta y un dólares hasta el diecisiete de noviembre, lo que representa solo un cuatro punto uno por ciento más que el año pasado, un aumento menor que otras subidas de precios de alimentos.
El informe destaca que, si bien el pavo se mantiene accesible gracias a las promociones de las tiendas, el costo de otros ingredientes esenciales para la cena sí ha experimentado subidas significativas. Por ejemplo, los aranceles sobre el acero importado han encarecido los productos enlatados, como el cranberry sauce o salsa de arándanos, que subió un treinta y ocho por ciento en la encuesta de Datasembly. Asimismo, los precios de otras carnes, como la carne de res, han subido, impulsando a algunos consumidores a optar por el pavo. Para una familia promedio, la cena festiva para diez personas costaría cincuenta y cinco punto dieciséis dólares este año, un cinco por ciento menos que el año pasado, según la Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense, aunque otras estimaciones sugieren un ligero aumento.








