El Gobierno de Perú, liderado por Dina Boluarte, condenó los atentados del 21 de agosto de 2025 en Antioquia y Cali, que dejaron 18 fallecidos y 65 heridos, expresando solidaridad con Colombia a través de un comunicado de la Cancillería. Perú rechazó todo acto de violencia que atente contra la paz y la seguridad, en medio de tensiones diplomáticas con Colombia por una disputa fronteriza amazónica.
Venezuela, por su parte, también repudió los ataques, calificándolos como “atentados terroristas”. El canciller Yván Gil expresó condolencias y reafirmó el rechazo absoluto a la violencia, destacando su impacto en la paz regional. Los atentados incluyeron la caída de un helicóptero policial en Antioquia, con 12 uniformados muertos, y la explosión de un camión en Cali, que mató a seis civiles, entre ellos un menor.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló al Estado Mayor Central (EMC), disidencia de las FARC, como responsable, vinculándolo a mafias internacionales de narcotráfico. Tras detener a dos sospechosos, Petro anunció medidas por decreto para combatir la producción de cocaína en el Pacífico, descartando el estado de conmoción interior. Los ataques resaltan la fragilidad de la seguridad en Colombia ante el crimen organizado.
