El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó este jueves que el incremento de la violencia en el Pacífico ecuatoriano es una consecuencia directa de la supuesta dificultad que enfrentan los narcotraficantes para sacar cocaína desde Colombia. Según el mandatario, esta complicación ha sido lograda por su gobierno y la fuerza pública colombiana, y ahora el foco del crimen se estaría desplazando hacia el vecino país.
El pronunciamiento de Petro coincide con una nueva escalada de violencia en Ecuador, que incluyó la explosión de un coche bomba en Guayaquil con un saldo de un muerto y treinta heridos, así como otros artefactos explosivos en vías y puentes. Ecuador vive bajo un “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa para combatir a las bandas criminales, catalogadas como “terroristas”.
Petro aseguró que Colombia puede colaborar con Ecuador para “estrangular la salida de cocaína” por su costa pacífica. El presidente sugirió que, más allá de acciones militares, la solución radica en la coordinación de inteligencia y fuerza pública entre los países de la Gran Colombia, Perú y Brasil, destacando el Centro de Integración Policial Amazónico como un paso positivo en esa dirección.