El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó a “todos los niveles de la inteligencia de la fuerza pública suspender envío de comunicaciones y otros tratos con agencias de seguridad estadounidenses“. Esta medida, anunciada en su cuenta de X el 11 de noviembre de 2025, se mantendrá “mientras se mantenga el ataque con misiles a lanchas en el Caribe“.
La decisión responde a las operaciones de Estados Unidos contra supuestas narcolanchas, que han sido calificadas por Bogotá como violaciones a la soberanía y al derecho internacional, causando la muerte de personas que, en algunos casos, se presume son ciudadanos colombianos. El mandatario insistió en que “la lucha contra las drogas debe subordinarse a los derechos humanos del pueblo caribeño”. Con esta medida, Colombia se suma a la postura del Reino Unido, que también habría suspendido parte de su cooperación de inteligencia con EE. UU. por considerar que los ataques son ilegales. La suspensión de la colaboración marca un quiebre en la relación histórica de ambos países en el combate al narcotráfico.
