El presidente colombiano, Gustavo Petro, inauguró el 22 de agosto de 2025 la V Cumbre de Países Amazónicos en Bogotá, instando a combatir el narcotráfico y las economías ilícitas, principales enemigos de la Amazonía junto al cambio climático. Asistieron líderes como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Luis Arce (Bolivia), y representantes de Ecuador, Venezuela, Perú y Surinam, para consensuar una declaración conjunta rumbo a la COP30.
Petro alertó sobre el riesgo de un “punto de no retorno” por la deforestación, la ganadería y el tráfico de cocaína, oro y minería ilegal, que convierten la selva en mercancía. Propuso una “bioeconomía” basada en la biodiversidad, abandonando la explotación de hidrocarburos, y coordinar a los ministerios de Defensa contra las mafias que operan como “ejércitos del narco global”.
Destacó el valor cultural de la Amazonía, como los murales de 20.000 años en Chiribiquete, y advirtió que su colapso podría desencadenar migraciones masivas de 3.000 millones de personas para 2070. La cumbre busca fortalecer la protección del bioma a través de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).
