El régimen de Nicolás Maduro ha fracasado en su intento de reclutar reservistas y ciudadanos para la Milicia Bolivariana, en respuesta al despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe. A pesar de la amplia promoción en medios estatales y el llamado del presidente a “hacerle frente al imperialismo”, las plazas y cuarteles en varios estados permanecieron vacíos durante todo el fin de semana.
Esta falta de participación ha sido interpretada por líderes opositores y analistas como una señal clara del creciente descontento de la población con el gobierno. El fracaso en la movilización desmiente la afirmación de Maduro de contar con 4,5 millones de milicianos, y evidencia la desconexión entre la narrativa oficial y la realidad que vive el país, sumido en una profunda crisis económica y social.