La investigación policial apunta a la banda criminal “Los Lobos” como responsable del atentado terrorista registrado la tarde del martes en la zona de Ciudad del Sol, en el norte de Guayaquil, a pesar de que el grupo no se ha atribuido el ataque. Esta tesis se basa en el hallazgo de explosivos de fabricación profesional, específicamente cuatro cilindros con emulsiones similares a los usados en la minería ilegal, actividad con la que se asocia a “Los Lobos” en zonas como Azuay e Imbabura. El Gobierno sugiere que el ataque, que dejó un taxista muerto y 26 heridos, fue una represalia por los operativos desplegados contra la minería ilegal.
El ministro del Interior, John Reimberg, informó que se encontraron dos vehículos en el área: uno detonó y el segundo, que contenía explosivos, fue neutralizado por el equipo antiexplosivos de la Policía. La onda expansiva alcanzó unos 150 metros, causando daños en los vitrales de los edificios, aunque sin daños estructurales. Un día después, se registraron otros atentados con explosivos en dos puentes en Guayas.
“Los Lobos” surgieron como un grupo disidente de “Los Choneros” tras el asesinato de su líder en 2020 y lideraron una coalición contra el sucesor, forjando además vínculos con el cártel mexicano Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esta banda, que opera en varias provincias, está en la mira de las autoridades ecuatorianas y también fue identificada como organización terrorista extranjera por el Gobierno de Estados Unidos.