La llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford a América Latina ha reavivado el debate sobre una posible acción militar de Estados Unidos en Venezuela, a pesar de que el presidente Donald Trump ha negado que un ataque inminente esté siendo considerado. Analistas y antiguos oficiales militares estadounidenses y venezolanos han identificado una serie de objetivos que las fuerzas estadounidenses podrían atacar en caso de que la administración Trump decida llevar a cabo operaciones.
Los posibles blancos incluyen bases militares venezolanas, laboratorios de refinación de cocaína, pistas de aterrizaje clandestinas y campamentos guerrilleros. El enfoque podría ser presionar o destituir a Nicolás Maduro del poder, atacando la infraestructura relacionada con el narcotráfico y la capacidad militar. Sin embargo, expertos como el almirante retirado Jim Stavridis sugieren que el ejército estadounidense comenzaría con ataques cinéticos de precisión contra objetivos vinculados al narcotráfico para evitar una incursión terrestre significativa. Las pistas clandestinas en estados como Apure y las instalaciones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) son consideradas objetivos clave.








