En las próximas horas se conocerá la sanción oficial al estadio George Capwell tras los incidentes ocurridos en el último Clásico del Astillero. Según trascendió, la Comisión Disciplinaria de la Liga Pro analiza un castigo que podría alcanzar cinco partidos sin público y una multa de hasta $100.000.
La reiteración de hechos violentos en distintos escenarios deportivos del país vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de sanciones más drásticas. Expertos y voces de opinión consideran que las medidas actuales no son suficientes para frenar a los grupos que generan disturbios en los estadios.
La propuesta apunta a sanciones más severas, algunos plantean un año calendario de prohibición de público y la resta de puntos a los clubes en caso de incidentes graves. La idea es que, al afectar directamente el rendimiento deportivo de los equipos, los infractores desistan de poner en riesgo la seguridad del espectáculo.
“Imagínense que a un club le resten 8 o 10 puntos por la violencia de sus hinchas; seguramente se acabarían las ganas de causar problemas. La sanción debe aplicarse en general a todos los delincuentes que van a los estadios”, señaló una de las voces que exigen cambios reglamentarios.
Aunque existe la expectativa de que la normativa pueda reformarse en enero del próximo año, se plantea que se deben sentar precedentes de inmediato. La preocupación principal recae en los verdaderos aficionados, que asisten para disfrutar del fútbol y terminan viéndose afectados por los desmanes de una minoría violenta.
