La presidenta del Museo del Louvre, Laurence des Cars, reconoció este lunes ante una comisión del Senado francés que el dispositivo de cámaras de protección exterior del museo fue insuficiente, lo que impidió detectar con suficiente rapidez la llegada del comando de ladrones que robó ocho joyas de un valor patrimonial “incalculable”.
Des Cars lamentó la “herida inmensa” infligida al museo, aunque insistió en que las alarmas y el personal actuaron correctamente siguiendo los protocolos. El robo ocurrió el domingo: cuatro ladrones estacionaron un montacargas, subieron a un balcón y, con una sierra radial, entraron en la Galería de Apolo para robar nueve joyas, incluyendo una diadema de perlas y un conjunto de zafiros (una joya fue abandonada en la huida).
Para reforzar la seguridad, la presidenta del Louvre ha solicitado, entre otras medidas, la instalación de una comisaría de policía en el interior del museo. El ministro del Interior, Laurent Nuñez, expresó su “plena” confianza en el centenar de investigadores que trabajan para recuperar las ocho joyas robadas, cuyo valor material fue estimado por la Fiscalía de París en 88 millones de euros, pero cuyo valor patrimonial es “inestimable”.