junio 1, 2025 | Actualizado ECT
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Principales apagones mundiales marcan los últimos 25 años

Crisis energéticas y fallos tecnológicos afectan a millones globalmente.

Escrito por Abel Cano

abril 28, 2025 | 14:10 ECT

En las últimas dos décadas y media, el mundo ha enfrentado apagones masivos que han paralizado ciudades, economías y servicios esenciales, según un análisis publicado el 28 de abril de 2025. Desde fallos en infraestructuras eléctricas hasta ciberataques y desastres naturales, eventos como el colapso de la red en India en 2012, que dejó sin luz a 620 millones de personas, o el apagón tecnológico global de 2024, causado por una actualización fallida de CrowdStrike, evidencian la vulnerabilidad de los sistemas modernos. Estas crisis, que han afectado a países como Estados Unidos, Venezuela y Cuba, subrayan la dependencia de la sociedad actual de la electricidad y la tecnología.

Uno de los casos más impactantes ocurrió el 14 de agosto de 2003, cuando un error en un software de alarmas en Ohio desencadenó un apagón que afectó a 50 millones de personas en el noreste de Estados Unidos y Ontario, Canadá, durante dos días. En 2012, India sufrió el mayor apagón registrado, con 22 estados sumidos en la oscuridad debido a una sobrecarga en la red y una infraestructura débil. Más recientemente, Cuba enfrentó en octubre de 2024 un colapso energético que dejó sin electricidad a sus 10 millones de habitantes, agravado por una tormenta y una red obsoleta. Estos eventos, junto con los apagones en Venezuela en 2019, atribuidos a fallos gubernamentales y supuestos sabotajes, muestran cómo las crisis energéticas pueden exacerbar problemas sociales y económicos.

Los avances tecnológicos también han traído nuevos riesgos. En julio de 2024, una actualización defectuosa de CrowdStrike provocó un apagón informático que interrumpió vuelos, bancos y hospitales en todo el mundo, afectando a millones de usuarios de Microsoft Windows. Este incidente, que no fue un ciberataque, expuso la fragilidad de la infraestructura digital global, donde un solo fallo puede generar un efecto dominó. Expertos como Ciaran Martin, exdirector del Centro Nacional de Ciberseguridad británico, advierten que la estandarización de software aumenta la escala de estos desastres, mientras que la recuperación puede tomar días, como se vio en Australia, donde medios y aerolíneas quedaron paralizados.

Estos apagones, ya sean eléctricos o tecnológicos, revelan la necesidad urgente de diversificar fuentes de energía, fortalecer infraestructuras y mejorar la ciberseguridad. En Ecuador, los cortes de 12 horas diarias en 2024, causados por una sequía que redujo la capacidad hidroeléctrica, afectaron la vida diaria, desde tratamientos médicos hasta el comercio. La experiencia global sugiere que invertir en sistemas resilientes y protocolos de respuesta rápida es crucial para mitigar el impacto de futuras crisis. Mientras el cambio climático y la digitalización incrementan los riesgos, la cooperación internacional y la planificación estratégica serán clave para evitar que estos eventos sigan marcando el siglo XXI.

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