El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, planteará al Concejo Metropolitano una reforma para eximir del pago de la contribución especial de mejoras (CEM) a los moradores que reciban obras mediante presupuestos participativos. La CEM es una tasa tributaria obligatoria, pagada con el impuesto predial, que busca recuperar el beneficio de obras públicas como vías, aceras y alcantarillado, según el Municipio.
Muñoz destacó que el cobro de la CEM puede opacar la alegría de recibir una obra, por lo que propone que las obras locales, que benefician directamente a predios, y las distritales, que favorecen a toda la ciudad, sean exoneradas para los beneficiarios de presupuestos participativos. Aunque la normativa obliga al cobro, el alcalde señaló que hay margen para ajustar quiénes pagan.
La reforma busca una distribución más equitativa del costo de la CEM, asegurando que más beneficiarios de una obra contribuyan. Esto responde a la necesidad de equilibrar el impacto económico de las obras públicas en los ciudadanos de Quito.