La noche del 17 de mayo de 2025, Puerto Santa Ana, una zona turística y residencial de Guayaquil conocida por sus restaurantes, bares y edificios de lujo, se convirtió en escenario de pánico tras un violento ataque armado. Sujetos dispararon 19 veces contra un vehículo de alta gama, asesinando a Jonathan Damián Terán Bohórquez, de 41 años, quien recibió impactos en la cabeza y el tórax. En el auto estaba una adolescente de 17 años, herida en la cara y las manos. La Policía encontró en el vehículo una pistola Glock y $3,393.50 en efectivo, y confirmó que Terán tenía antecedentes penales.
El ataque, ocurrido cerca del malecón y zonas peatonales, desató el caos. Videos en redes sociales muestran a residentes y visitantes corriendo y escondiéndose bajo mesas en locales comerciales. Testigos describieron los disparos como intensos y prolongados, generando temor en un sector que muchos consideraban seguro. Una vecina, Mercedes, lamentó la creciente inseguridad, señalando que la zona ha perdido visitantes y tranquilidad. “Puerto Santa Ana debe cerrarse con garita, ya no pueden seguir asesinando y robando así”, afirmó, destacando que los residentes invirtieron en el área buscando paz.
No es un caso aislado. El 12 de mayo, en la calle Numa Pompilio Llona, cerca del barrio Las Peñas, una familia fue asaltada mientras paseaba. El 20 de marzo, tres personas fueron asesinadas en la avenida Pedro Menéndez Gilbert, próxima a Puerto Santa Ana. Vecinos de edificios cercanos al cerro Santa Ana reportan robos frecuentes por delincuentes que descienden desde esa zona. La percepción de inseguridad ha llevado a residentes a exigir intervención policial urgente y controles más estrictos, como cerrar el acceso al sector.
La Policía Nacional recolectó 19 vainas de 9 mm en la escena y continúa investigando, pero los guardias de seguridad del lugar evitaron pronunciarse sobre la situación. En redes sociales, ciudadanos expresaron indignación, criticando la exposición de menores a la violencia y la aparente impunidad de los criminales. Algunos, como usuarios de X, señalan que el proyecto de Puerto Santa Ana ha traído consigo crimen y excesos, calificándolo como un “fracaso”. Otros cuestionan la ausencia de medidas efectivas del gobierno, recordando incidentes previos de secuestros y robos en la zona.
La escalada de violencia en Puerto Santa Ana refleja el deterioro de la seguridad en Guayaquil, donde los ataques armados y el crimen organizado mantienen en zozobra a los ciudadanos. Los residentes, hartos de vivir bajo amenaza, demandan acciones inmediatas para recuperar la seguridad en un sector que prometía ser un modelo de desarrollo urbano, pero que ahora lucha por no convertirse en otro foco de la delincuencia.
