La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) de EE. UU. permite llevar snacks sólidos en el equipaje de mano, como galletas, frutos secos, barras de granola y sándwiches, según un artículo del 20 de junio de 2025. Estos deben estar en recipientes transparentes para facilitar la inspección en los controles de seguridad.
Alimentos líquidos o en gel, como yogures, salsas o mermeladas, están restringidos a envases de máximo 100 ml, colocados en una bolsa plástica transparente de un litro. Frutas y verduras frescas están prohibidas en vuelos internacionales para evitar plagas, aunque se permiten en pequeñas cantidades si están cocidas y sin líquidos.
Carnes, embutidos, lácteos frescos y huevos están prohibidos, incluso cocidos, para proteger la agricultura estadounidense de enfermedades como la gripe aviar. Quesos duros, como cheddar o parmesano, son permitidos si no contienen carne. Todos los alimentos deben declararse en la aduana para evitar multas de hasta $10,000.
Productos enlatados, como pescado o mariscos, son admitidos si no contienen carne, al igual que café, especias secas y fideos sin huevo. Bebidas alcohólicas en equipaje de mano no deben exceder 100 ml, pero en equipaje facturado se permiten hasta 5 litros con menos del 70% de alcohol.
La TSA recomienda empaquetar alimentos en bolsas separadas para agilizar revisiones. Para vuelos a EE. UU., es crucial revisar las normativas de la CBP y el USDA, ya que productos no declarados o prohibidos pueden generar sanciones severas.
