sarrolladas por expertos, varios cardenales emergen como fuertes candidatos para ocupar el trono de San Pedro, con nombres como Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Péter Erdő destacando en las predicciones.
El estudio, que utilizó modelos de IA para analizar datos históricos, perfiles de cardenales, tendencias eclesiásticas y dinámicas geopolíticas, señala que el italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, lidera las probabilidades debido a su experiencia diplomática y su cercanía a las reformas de Francisco. Le sigue Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, conocido por su enfoque progresista y su trabajo en mediación de conflictos, quien representaría una continuidad del legado pastoral de Francisco. Por su parte, el húngaro Péter Erdő, arzobispo de Budapest, aparece como una opción favorecida por sectores conservadores, gracias a su sólida formación teológica y su influencia en Europa.
La IA también consideró factores como la edad (el nuevo papa debería tener menos de 80 años para ser elector), el origen geográfico y la capacidad de los candidatos para abordar desafíos globales, como la secularización, la inclusión y los conflictos internacionales. Sin embargo, los expertos advierten que las predicciones de la IA no son definitivas, ya que el cónclave, que reúne a 133 cardenales electores en la Capilla Sixtina, es un proceso profundamente humano y espiritual, influido por la oración y las dinámicas internas del Colegio Cardenalicio.

“La IA puede ofrecer una perspectiva basada en datos, pero el Espíritu Santo y las decisiones de los cardenales son impredecibles”, comentó el analista vaticanista Juan Ignacio Aréchiga. El artículo destaca que, aunque la tecnología aporta un enfoque novedoso, la elección del papa sigue siendo un evento único, donde factores intangibles como el carisma y la visión pastoral desempeñan un papel crucial.
Mientras el cónclave se desarrolla en el Vaticano, las predicciones de la IA han generado interés en redes sociales, donde usuarios debaten si la tecnología puede anticipar un resultado tan singular. Por ahora, el mundo espera la fumata blanca que anunciará al nuevo papa, cuya identidad definirá el rumbo de la Iglesia en los próximos años.
Fuente: Infobae