El 2 de agosto de 2025, Quito rindió homenaje a las víctimas de la masacre del 2 de agosto de 1810, cuando más de 300 próceres del Primer Grito de Independencia fueron asesinados en el Cuartel Real. En una sesión solemne en la Sala Capitular del Convento de San Agustín, el alcalde Pabel Muñoz y el Concejo Metropolitano colocaron una ofrenda floral.
Muñoz destacó que el 10 de agosto de 1809, cuando Quito proclamó la primera independencia en América Latina, fue un acto de una ciudad “ilustrada y rebelde” que afirmó la soberanía popular. La masacre de 1810 buscó apagar esa “llama de la libertad”. Para el alcalde, la independencia es una tarea diaria basada en justicia social. Darío Cahueñas, vicepresidente del Concejo, subrayó que el sacrificio debe inspirar un país más justo e igualitario.