La Refinería de Esmeraldas, la mayor de Ecuador con capacidad de 110,000 barriles diarios, permanece paralizada tras un incendio el 26 de mayo de 2025 que consumió un tanque de fuel oil. Petroecuador, sin precisar las causas del siniestro, realiza inspecciones para evaluar daños técnicos y eléctricos, mientras el viceministro de Hidrocarburos, Guilhermo Ferreira, anunció el uso de gas licuado de petróleo (GLP) desde Chorrillos para reactivar las principales unidades.
El incendio, que no dejó heridos pero afectó a cinco personas por humo, obligó a evacuar al personal y activar el COE Nacional. La planta, que produce gasolinas, diésel, GLP y fuel oil, operaba al 54% de su capacidad hasta abril, con 58,662 barriles diarios. Este evento se suma a problemas previos, como un sismo en abril y un mantenimiento prolongado desde septiembre de 2024, retrasado por falta de contratos para GLP.
Petroecuador garantiza el abastecimiento de combustibles mediante inventarios y energía hidroeléctrica, asegurando que no habrá desabastecimiento para termoeléctricas ni vehículos. Sin embargo, expertos como Darío Dávalos sugieren crear una comisión externa para investigar las causas, ya que la paralización impacta la producción de derivados clave. La refinería, operativa desde 1980, enfrenta desafíos crónicos por su infraestructura obsoleta.
El viceministro Ferreira lideró inspecciones el 27 de mayo, coordinando con Petroecuador y Celec un plan de recuperación. La comunidad de Esmeraldas, alarmada por una explosión y columnas de humo, exige transparencia. El Ministerio de Educación suspendió clases presenciales en 51 escuelas cercanas por dos días, pasando a modalidad virtual para proteger a estudiantes.
Este incidente, el segundo en 2025 tras el sismo de abril, resalta la vulnerabilidad de la refinería, que ha enfrentado incendios, fallas eléctricas y daños estructurales en el pasado. Petroecuador trabaja para restablecer operaciones, pero no ha anunciado una fecha. La investigación sobre el incendio y los esfuerzos para modernizar la planta, con licitaciones previstas desde 2022, son cruciales para evitar futuros colapsos.
