La ministra de Economía y Finanzas de Ecuador, Sariha Moya, ratificada por el presidente Daniel Noboa, anunció que el país volverá al mercado internacional de bonos en 2026, con una parte garantizada por organismos multilaterales, según reporta El Universo. La estrategia busca financiar un déficit fiscal proyectado de 3.000 millones de dólares para 2025, mientras se analiza una reforma tributaria para 2025 o 2026, enfocada en mejorar la sostenibilidad fiscal.
Moya destacó la necesidad de focalizar los subsidios, señalando que industrias como la atunera, con exportaciones de 1.600 millones de dólares, pueden asumir los costos sin apoyo estatal. La eliminación del subsidio al diésel para este sector liberaría 42 millones de dólares para programas sociales. La baja en los precios internacionales del petróleo facilita esta focalización, aunque reduce los ingresos petroleros, un desafío para las finanzas públicas. La ministra subrayó que las medidas económicas buscan ingresos sostenibles para cubrir servicios públicos, deudas históricas y promover el crecimiento en producción, comercio y exportaciones.
El gobierno de Noboa enfrenta presiones financieras, incluyendo pagos atrasados a sectores como las dializadoras, a las que se abonaron 22 millones de dólares en un mes y 55 millones en 2025, priorizando la salud. La reforma tributaria en análisis apunta a optimizar el gasto tributario, evitando afectar a los sectores más vulnerables. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), estas medidas podrían generar ingresos equivalentes al 0,7% del PIB (unos 881 millones de dólares), apoyando el acuerdo con el FMI, que incluyó un desembolso de 500 millones de dólares en diciembre de 2024.
La emisión de bonos en 2026, la primera desde 2020 debido al alto riesgo país, depende de la confianza de los inversionistas en la continuidad de las políticas económicas de Noboa, quien busca la reelección. El FMI proyecta que el crecimiento del PIB en 2025 será de 1,3%, afectado por factores como el Fenómeno del Niño y el cierre del bloque petrolero ITT, lo que subraya la necesidad de medidas como la focalización de subsidios y el aumento de la producción petrolera con mayor participación privada.
Analistas advierten que, sin mayor inversión pública y privada, la reforma tributaria no será suficiente para estabilizar las finanzas. La propuesta incluye restituir el anticipo del impuesto a la renta para empresas, una medida que históricamente generó controversia por su impacto en negocios con bajas ganancias. El gobierno también planea fortalecer el control de subsidios y mejorar la eficiencia del sector petrolero para reducir costos fiscales, en un contexto de crecientes amortizaciones de deuda a partir de 2025.
