El gobierno de Venezuela anunció que Irán ha manifestado su disposición para brindar apoyo técnico y estratégico tras la reciente incautación de un buque petrolero por parte de las autoridades de Estados Unidos. Según el comunicado oficial emitido desde Caracas, ambos países han fortalecido su alianza energética para hacer frente a lo que califican como medidas coercitivas unilaterales que afectan el comercio de hidrocarburos. La administración de Nicolás Maduro sostiene que este tipo de acciones internacionales buscan desestabilizar la economía nacional mediante el bloqueo de sus principales recursos.
Por su parte, el apoyo iraní se centraría en el intercambio de experiencias logísticas para la navegación de naves que operan fuera del sistema financiero tradicional controlado por potencias occidentales. Esta declaración surge en un momento de alta tensión diplomática, donde Washington intensifica la vigilancia sobre la flota en la sombra que transporta crudo venezolano hacia distintos destinos globales. Expertos en geopolítica advierten que el estrechamiento de vínculos entre Caracas y Teherán podría generar nuevas sanciones y un incremento en el patrullaje marítimo en las rutas estratégicas utilizadas para el contrabando.
