El asambleísta electo por Revolución Ciudadana (RC), Ricardo Patiño, afirmó el 30 de abril de 2025 que el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), liderado por el presidente Daniel Noboa, “canta victoria antes de tiempo” al proclamarse mayoritario en la nueva Asamblea Nacional, que se instalará el 14 de mayo. Con 68 curules, ADN necesita al menos nueve votos adicionales para alcanzar los 77 requeridos para la mayoría absoluta, y aunque negocia con Pachakutik, el Partido Social Cristiano (PSC) e independientes, Patiño sostiene que RC, con 66 escaños, aún puede influir en la conformación del Legislativo.
Patiño, exministro de Rafael Correa, destacó que RC trabaja en una estrategia para articular una oposición sólida, buscando aliados entre movimientos que no se alineen con el oficialismo. En entrevistas recientes, ha cuestionado la estabilidad de las alianzas de ADN, señalando que las negociaciones con Pachakutik (9 curules) y PSC (5 curules) no garantizan lealtad a largo plazo. La elección de la presidencia de la Asamblea y la distribución de comisiones son puntos clave donde RC planea desafiar al bloque de Noboa, que propone a Annabella Azín, madre del presidente, como candidata a liderar el Parlamento.
Las tensiones entre RC y ADN se intensifican en un contexto de polarización política, agravado por las declaraciones de Patiño sobre una posible “desdolarización” que generaron críticas del oficialismo. ADN propuso que Patiño reciba su sueldo en bolívares como respuesta a sus comentarios en Russia Today, donde sugirió una pérdida de confianza en el dólar. Estas disputas reflejan las profundas divisiones ideológicas que marcarán el próximo período legislativo, con RC apostando por temas como la defensa de la dolarización “a la ecuatoriana” para captar apoyo en la segunda vuelta presidencial.
El futuro de la Asamblea dependerá de la capacidad de ambos bloques para consolidar alianzas antes del 14 de mayo. Mientras ADN busca garantizar gobernabilidad para Noboa, reelecto el 13 de abril, RC apuesta por capitalizar descontentos y posicionarse como una oposición combativa. Patiño, cuya trayectoria incluye un exilio en México por un proceso de instigación, emerge como una figura central del correísmo, pero su liderazgo enfrenta retos internos, como las pugnas evidenciadas en la precampaña, y externos, con un oficialismo que busca neutralizar su influencia.
