Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de Estados Unidos, encabezó la delegación enviada por el presidente Donald Trump a la posesión presidencial de Daniel Noboa el 24 de mayo de 2025 en Quito, marcando un hito en las relaciones bilaterales entre ambos países. La presencia de Kennedy, amigo cercano de la familia Noboa y padrino de bautizo de Santiago, hermano menor de Daniel, subraya una conexión personal que trasciende la diplomacia formal. Esta relación, forjada durante más de 30 años, comenzó en 1994 cuando el entonces cónsul ecuatoriano Pablo Martínez presentó a Álvaro Noboa, padre de Daniel, con Kennedy en Nueva York, según reportes de la Cancillería ecuatoriana.
La asistencia de Kennedy a la ceremonia, confirmada por la canciller Gabriela Sommerfeld, refleja la prioridad que la administración Trump otorga a Ecuador como aliado estratégico en América Latina. Noboa, reelecto con el 55.63% de los votos en la segunda vuelta del 13 de abril de 2025, ha consolidado una agenda común con EE. UU., enfocada en seguridad, migración y economía. La reunión de marzo en Mar-a-Lago, donde Kennedy facilitó el encuentro entre Noboa y Trump, abordó temas como el combate al narcotráfico y la pesca ilegal, con acuerdos marítimos bilaterales vigentes desde hace dos años, según el propio Noboa. Esta cooperación incluye operaciones conjuntas entre las fuerzas armadas de ambos países para enfrentar la delincuencia organizada.
La relación entre Kennedy y los Noboa no se limita a lo político. En 2001, Kennedy se convirtió en padrino de Santiago Noboa, y en 2010 visitó Guayaquil para eventos familiares, afianzando lazos que incluyen viajes de esquí en Nueva York y celebraciones con figuras de Hollywood como Glenn Close. En una entrevista de 2024 con Univisión, Kennedy afirmó que Daniel Noboa “se crió en su casa”, destacando la profundidad de esta amistad. La familia Noboa considera que la presencia de Kennedy en la investidura no solo representa a Trump, sino que refuerza un vínculo personal que impulsa la cooperación bilateral, especialmente en seguridad, donde Ecuador enfrenta desafíos por el crimen organizado.
Sin embargo, la figura de Kennedy no está exenta de controversia. Su activismo antivacunas, incluyendo críticas a la obligatoriedad de vacunas como la del sarampión, ha generado críticas en sectores demócratas y científicos en EE. UU. Pese a ello, Noboa ha mantenido su política de vacunación en Ecuador, promoviendo campañas contra la fiebre amarilla y la tosferina, lo que sugiere que las posturas de Kennedy no han influido en las decisiones del gobierno ecuatoriano. La Cancillería destacó que la asistencia de más de 70 delegaciones internacionales, incluyendo a los presidentes de Colombia y Perú, resalta la relevancia global de la investidura de Noboa.
El fortalecimiento de la relación entre EE. UU. y Ecuador bajo Noboa se ve como un contrapeso a la influencia de potencias como China en la región. Los acuerdos bilaterales, ratificados por el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) en la Asamblea, abren la puerta a posibles bases internacionales en Ecuador, una propuesta que Noboa defiende como parte de una estrategia integral contra el narcotráfico. La presencia de Kennedy, descrita por la Embajada de EE. UU. como un símbolo de la “histórica y positiva relación bilateral”, refuerza a Ecuador como un aliado clave de Washington en un contexto de crecientes tensiones globales.
