Once días después del audaz robo de ocho joyas de la corona francesa en el Museo del Louvre, la investigación policial ha logrado grandes avances con el arresto de siete sospechosos. Aunque el botín, estimado en 88 millones de euros (con un valor histórico incalculable), sigue sin ser localizado, las autoridades han identificado y detenido a la mayoría de los responsables del asalto.
Avance Clave en la Investigación
La fiscal de París, Laure Beccuau, informó sobre las nuevas detenciones, comparando la investigación con el “hilo de Ariadna”. En total, hay siete personas en prisión provisional o bajo custodia policial.
- Comando Ejecutor: Tres de los cuatro miembros del comando que ejecutó el robo han sido detenidos.
- Prueba de ADN: Uno de los detenidos anoche estaba directamente vinculado al robo mediante pruebas de ADN recabadas por los investigadores.
- Primeros Imputados: Los dos primeros detenidos el sábado fueron imputados formalmente por “robo organizado y conspiración para delinquir”, cargos que conllevan hasta 15 y 10 años de cárcel respectivamente. Estos hombres, de nacionalidad argelina y francesa, “admitieron parcialmente los hechos” y se sospecha que fueron los que entraron en la Galería de Apolo.
La fiscal señaló que los ladrones ingresaron en la Galería de Apolo simulando ser operarios y usaron una grúa para acceder a un balcón, desde donde entraron a la sala de los tesoros en apenas ocho minutos. No hay indicios que sugieran la existencia de cómplices dentro del museo.
Mensaje por el Botín
Laure Beccuau envió un mensaje directo a quien tenga en su poder las joyas:
“La Justicia tendrá en cuenta que en este robo no se causó ningún daño y la cooperación con la investigación se tiene en cuenta al determinar la sentencia.”
Las joyas robadas incluyen la diadema de la emperatriz Eugenia, adornada con casi 2.000 diamantes, y el collar de zafiros que perteneció a María Amelia, la última reina de Francia.
Alrededor de cien investigadores de la Brigada de represión del bandas organizadas y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales continúan la “caza” para dar con el cuarto ladrón y el botín.
