Un deslizamiento en el sector Mica, reserva Antisana, rompió el acueducto que abastece de agua potable al sur de Quito, afectando a 400.000 personas (80.000 familias). El ministro Roberto Luque, junto a la vicepresidenta María José Pinto y autoridades locales, inspeccionó la zona cero, donde la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) realiza reparaciones.
Luque, destacando que el agua es competencia municipal, comprometió tres excavadoras para acelerar los trabajos y restablecer el servicio, estimado para el fin de semana. El alcalde Pabel Muñoz calificó la crisis como la mayor en la historia de Quito. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) también provee plantas potabilizadoras móviles y tanqueros.
La tubería, ubicada en suelos orgánicos inestables, presenta vulnerabilidades. Luque sugirió estudios geotécnicos para prevenir futuras emergencias. El COE cantonal y el Gobierno coordinan esfuerzos para mitigar el desabastecimiento, priorizando a las familias afectadas en esta crisis hídrica sin precedentes.