El Ministerio de Justicia ruso declaró el 14 de agosto de 2025 a Reporteros Sin Fronteras (RSF) como organización “indeseable”, prohibiendo de facto sus actividades en Rusia. Esta medida, que expone a quienes colaboren con RSF a procesos judiciales y penas de prisión, forma parte de la lista de más de 250 organizaciones vetadas, incluyendo Amnistía Internacional y Greenpeace.
Desde la ofensiva rusa contra Ucrania en 2022, Moscú ha intensificado la represión contra voces disidentes, encarcelando a cientos y prohibiendo numerosos medios y ONG. RSF, con sede en Francia, denuncia estas violaciones a la libertad de expresión y apoya a periodistas perseguidos, destacando que casi todos los medios independientes en Rusia han sido bloqueados o declarados “agentes extranjeros”.