Rusia calificó de “inaceptable” el ultimátum de 50 días del presidente Donald Trump para un acuerdo con Ucrania, según el viceministro Serguéi Riabkov. El Kremlin, por medio de Dmitri Peskov, lo considera “muy serio” y espera la respuesta de Vladímir Putin, mientras acusa a la OTAN y la UE de presionar a Trump y alentar la guerra.
El ministro Serguéi Lavrov, desde Pekín, señaló que Trump enfrenta “enorme” presión de aliados para enviar armas modernas a Ucrania, como misiles Patriot y Tomahawk. Rusia insiste en que no cederá ante nuevas sanciones y confía en que socios como China e India mantendrán su independencia comercial.
Peskov afirmó que Occidente anima a Kiev a prolongar el conflicto, retrasando su capitulación. Rusia prefiere la diplomacia, pero continuará su operación militar si no hay avances. Las negociaciones en Estambul, estancadas tras dos rondas, son obstaculizadas por Ucrania, según Moscú.
Lavrov defendió el formato de Estambul, acusando a Kiev de despreciar a sus ciudadanos y bloquear acuerdos. La tensión crece ante posibles sanciones a socios de Rusia y la falta de voluntad ucraniana para retomar el diálogo.