La ciudad de Santiago de Chile se encuentra bajo una estricta alerta roja debido a una intensa ola de calor extremo que afecta a la zona central del país, con registros térmicos que superan los promedios históricos para esta época. La Oficina Nacional de Emergencia y el Ministerio de Salud han coordinado acciones preventivas ante el riesgo inminente de incendios forestales y posibles complicaciones en la salud de los ciudadanos, especialmente en niños y adultos mayores. Según los informes meteorológicos, la combinación de una masa de aire cálido y la baja humedad ambiental ha generado condiciones críticas, obligando a las autoridades a emitir recomendaciones constantes sobre la hidratación y la reducción de actividades al aire libre durante las horas de mayor radiación solar.

El gobierno regional ha dispuesto el refuerzo de los servicios de urgencia y la vigilancia permanente en las comunas más vulnerables a la falta de agua y sombra. Expertos del Servicio Nacional de Meteorología indican que este fenómeno podría prolongarse durante los próximos días, lo que ha llevado a decretar restricciones preventivas en el uso de fuego en zonas rurales y periurbanas para evitar catástrofes ambientales. Esta situación de emergencia climática subraya la creciente frecuencia de eventos extremos en el cono sur, impulsando a las instituciones chilenas a fortalecer sus planes de adaptación y respuesta rápida. Los equipos de rescate y brigadistas se mantienen en estado de máxima prontitud operativa para intervenir ante cualquier brote ígneo derivado de estas temperaturas sofocantes.









