La empresa británica SatVu ha difundido una imagen termográfica de alta resolución que expone el rastro de calor emitido por la infraestructura de minado de Bitcoin más grande de Estados Unidos. Aunque la captura fue realizada antes de un fallo técnico del satélite HotSat-1 a finales de dos mil veintitrés, su publicación este diciembre ofrece una herramienta visual sin precedentes para entender la magnitud del consumo de energía en el sector.
🔍 Detalles del centro de datos en Rockdale
La instalación, operada por Riot Platforms, es un coloso industrial que destaca por las siguientes cifras:
- Consumo de energía: Aproximadamente setecientos megavatios ($700 \text{ MW}$), una carga que podría alimentar a una ciudad entera de trescientas mil casas.
- Resolución satelital: La imagen de tres coma cinco metros de precisión permite distinguir subestaciones, transformadores y los sistemas de refrigeración que trabajan a máxima capacidad para evitar el sobrecalentamiento de los procesadores.
- Ubicación: Rockdale, Texas, se ha convertido en un centro neurálgico para esta industria debido a las políticas energéticas del estado, aunque también ha generado críticas por el aumento en los precios de la luz para los ciudadanos locales.
🌍 Impacto ambiental: Bitcoin vs. El Mundo
La desproporción entre la actividad digital y su huella física queda en evidencia al analizar los datos globales de dos mil veinticinco:
- Emisiones por transacción: Un solo movimiento de Bitcoin genera una huella de carbono equivalente a conducir un coche de gasolina durante dos mil quinientos kilómetros.
- Consumo global: La minería de Bitcoin utiliza cerca del cero coma cinco por ciento de la electricidad mundial, superando el consumo anual de países enteros como los Países Bajos o Argentina.
- Dependencia de fósiles: Pese a los esfuerzos por transicionar a energías limpias, se estima que más del cuarenta y cinco por ciento de la energía utilizada para el minado aún proviene del carbón y el gas natural.
🚀 El futuro de la vigilancia térmica desde el espacio
SatVu no se detendrá ante la pérdida de su primer satélite. La compañía ha confirmado sus planes para retomar la vigilancia climática y operativa:
- HotSat-2: Su lanzamiento está previsto para el próximo año (dos mil veintiséis) para cubrir la demanda de datos de reguladores y analistas.
- HotSat-3: Ya se encuentra en fase de desarrollo para completar una constelación que monitoreará la eficiencia energética de centros de datos de IA y minería a nivel global.
Esta tecnología se perfila como una “auditoría externa” necesaria para una industria que proyecta inversiones superiores a los siete mil millones de dólares hacia el año dos mil treinta, pero que enfrenta una presión creciente para transparentar su verdadera huella térmica y ambiental.
