El legendario exlíder de Black Sabbath, Ozzy Osbourne, falleció el 22 de julio de 2025 a los 76 años. Según el certificado de defunción presentado por su hija Aimée Osbourne en un registro de Londres y obtenido por The New York Times, la causa oficial de su muerte fue un ataque cardíaco. El documento también señala como factores contribuyentes un paro cardíaco extrahospitalario, enfermedad de la arteria coronaria y complicaciones derivadas de la enfermedad de Parkinson con disfunción autonómica, diagnosticada en 2003.
Osbourne, conocido como ‘El príncipe de las tinieblas’, enfrentó múltiples problemas de salud en los últimos años. En 2019, una caída en su casa de Los Ángeles requirió una cirugía de cuello, y en 2020 reveló su diagnóstico de Parkinson. A pesar de su regreso a los escenarios en 2022 para los Juegos de la Commonwealth en Birmingham, su salud continuó deteriorándose, lo que lo llevó a cancelar presentaciones en 2023, incluyendo el festival Power Trip en California y su ingreso al Salón de la Fama del Rock and Roll.
El 30 de julio de 2025, la familia Osbourne despidió al ícono del heavy metal en una emotiva procesión fúnebre en Birmingham, Inglaterra. La carroza fúnebre, cubierta con flores moradas que formaban el nombre de Ozzy, recorrió Broad Street, acompañada por su viuda Sharon, sus hijos Kelly, Jack, Aimée y Louis, y miles de fanáticos que arrojaban flores y gritaban su nombre en homenaje.
La familia emitió un comunicado tras su fallecimiento: “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de mucho cariño”. Su legado como pionero del heavy metal y figura icónica de la música perdurará para siempre.
