El estadio Olímpico Atahualpa en Quito se preparó para recibir la noche final del tour de Shakira, la superestrella colombiana que ha marcado un hito en la historia de los conciertos en el país. Este martes 11 de noviembre, la artista ofreció el último de sus tres conciertos consecutivos en la capital, una serie de presentaciones que lograron agotar las entradas en apenas horas desde su puesta a la venta en julio, lo que obligó a los organizadores a sumar fechas adicionales debido a la “demanda sin precedentes”. Desde el pasado sábado 8, miles de fanáticos han llenado el Atahualpa para vibrar y cantar al ritmo de clásicos como Hips Don’t Lie, La Tortura y Ojos Así, así como de sus temas más recientes. La “shakiramanía” se ha apoderado de las calles aledañas al estadio, con miles de seguidores que se pintan el rostro, visten camisetas alusivas y compran todo tipo de merchandising inspirado en la famosa cantante.
El fenómeno musical ha generado un ambiente de fiesta masiva en las horas previas al espectáculo, impulsando al mismo tiempo a decenas de emprendedores locales que han aprovechado el entusiasmo del público para vender pelucas moradas, vinchas, pósteres y otros artículos conmemorativos. La artista barranquillera, reconocida como una de las figuras latinas más influyentes del siglo XXI, deja una huella histórica en Ecuador al completar con éxito tres fechas de lleno total. Las autoridades de la capital activaron un operativo especial de movilidad para gestionar el flujo de miles de asistentes en la jornada de cierre.








