La criminalidad en Guayaquil alcanzó un nuevo nivel de astucia y audacia con el reciente asesinato de un hombre en la parroquia de Chongón. Los atacantes utilizaron una peligrosa estrategia para asegurarse de que la víctima abriera la puerta de su vivienda. Según los testimonios recopilados por las autoridades, los sicarios se aproximaron al domicilio y gritaron con insistencia: “¡Policía Nacional, abra la puerta!”. Este acto de suplantación de las fuerzas del orden les permitió ingresar sin resistencia o levantar sospechas inmediatas entre los vecinos de la zona. Una vez dentro de la residencia, los individuos procedieron a disparar contra el morador a quemarropa, concretando la ejecución en cuestión de segundos.
Posteriormente, los asesinos lograron escapar rápidamente del lugar sin ser identificados. El equipo de la Policía Nacional ha iniciado una investigación exhaustiva sobre este macabro evento, que se presume podría estar ligado a un ajuste de cuentas o a la disputa territorial entre bandas criminales en el sector. Este método, que implica hacerse pasar por agentes de la ley, representa un desafío adicional para la seguridad ciudadana, pues socava la confianza de los habitantes hacia las verdaderas autoridades y permite a los delincuentes vulnerar las defensas de las casas con mayor facilidad.
