En medio de las marchas en rechazo a las políticas del gobierno de Daniel Noboa, convocadas por organizaciones sindicales e indígenas en 22 ciudades del país, los manifestantes adelantaron su oposición total a la consulta popular que impulsa el Ejecutivo, a pesar de que la mayoría admitió desconocer el contenido de todas las preguntas. Los asistentes a la movilización en Quito, organizada por gremios como el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), anunciaron que harán campaña por el “No”.
Luis Vega, un médico jubilado, calificó la iniciativa como una “farsa”, argumentando que el dinero gastado en la consulta debería usarse para solucionar problemas urgentes como la salud pública. Otros manifestantes, como Pilar Guachamín y Eugenia Escobar, también adelantaron su voto en contra. Escobar consideró la consulta “innecesaria” y expresó su desacuerdo con temas como los casinos y la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), una pregunta que el presidente había enviado en un primer paquete y que fue denegada por la Corte Constitucional.
La mayoría de los ciudadanos consultados por EL UNIVERSO coincidieron en que la consulta popular no resolverá los problemas más graves del país en materia de seguridad, salud y educación. Aunque algunos, como Miguel Agualongo, apoyaron la pregunta sobre el CPCCS, dijeron que el resto de las preguntas eran “anticonstitucionales”. De las propuestas de Noboa, solo una, la que se refiere a la eliminación de la prohibición de bases militares extranjeras en territorio nacional, está lista para un referéndum. Las demás preguntas aún esperan un pronunciamiento de la Corte Constitucional.