Las autoridades de Damasco anunciaron este miércoles la entrada en vigor de un nuevo alto el fuego en la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, tras más de cuatro días de intensos enfrentamientos. Según la agencia oficial SANA, se establecerán puestos de control para garantizar la seguridad y facilitar la reanudación de actividades estatales. El jeque Yousef Jarbou, líder religioso druso, confirmó en un video que se formará un comité conjunto entre representantes drusos y del régimen para investigar los disturbios y liberar a los detenidos.
Desde Washington, el secretario de Estado, Marco Rubio, expresó la “gran preocupación” de Estados Unidos por la violencia étnica en el sur de Siria, pidiendo un cese inmediato de las hostilidades. “Queremos que cesen los combates”, declaró Rubio, confirmando contactos con todas las partes implicadas. La administración Trump también solicitó a Israel la suspensión de sus operaciones militares en territorio sirio y la apertura de un canal de diálogo con Damasco para reducir la tensión, un pedido que Washington ha reiterado por segundo día consecutivo sin una respuesta favorable de Jerusalén.
En un hecho paralelo, unos mil drusos cruzaron la frontera desde Israel para auxiliar a sus pares atacados en Sweida, aunque el primer ministro Benjamín Netanyahu les pidió que dejaran actuar a sus tropas. Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el bombardeo al cuartel general del Ejército sirio, en una jornada donde también se reportaron enfrentamientos y un aumento de víctimas en la provincia de Sweida, lo que subraya la complejidad y volatilidad del conflicto en la región.
